Te invitamos hacer esta oración de una madre a su hijo, porque no hay mejor oración para la protección de su hijo. Toma unos minutos para orar.
Todos tenemos ángeles de la guarda brindados por Dios. Ante las preocupaciones nuestros hijos, la Iglesia invita a recurrir a la oración cuando no podemos estar físicamente ahí con nuestros hijos, por eso existe una oración en la que se pide al ángel guardián que proteja a nuestros niños:
Bendito Dios, quiero agradecerte por enviar a tus Ángeles a cuidar siempre de mis hijos, gracias por siempre velar cada uno de sus pasos, y por brindarle siempre Tu amor.
ORACIÓN DE UNA MADRE PREOCUPADA POR SUS HIJOS
Hoy Señor quiero agradecerle y enviarle un saludo, a los ¡fieles amigos celestiales de mis hijos!, por prestar su servicio y hacer que Tu palabra se cumpla.
Cuando ordenas que nada malo le pase a ese niño y que deben protegerlo de todo ataque del maligno.
Les doy gracias de todo corazón por todo el amor y la bondad que les muestran. Gracias por no abandonarlo y por siempre venir en su socorro.
Espero algún día futuro, darle un agradecimiento más digno ante la corte celestial entera, reconociendo mi deuda y mi más sincero agradecimiento por su guía y protección que les han brindado a mis hijos.
No tengo cómo pagarle por siempre cumplir con la palabra de Dios y por ser nuestro guía espiritual en este mundo terrenal.
ORACIÓN DE UNA MADRE A SU HIJO
Padre Celestial Cuida de mis hijos, quiero que ellos conozcan de Ti, que puedan estar en el reino de los cielos, sabes cuánto me preocupo cuando ellos salen de la casa, te pido que los acompañes en todo momento.
Te pido que los alejes de las malas amistades, que abran sus ojos y se den cuenta que tu eres el único amigo verdadero y fiel.
Solo le pido que sigan velando sobre ellos. Oren mucho por ellos, por mí y mis esposo(a), para que nunca nos apartemos de los camino de Dios. Amen.
Si haces esta oración con Fe, puedes tener la certeza que Dios te escucha y que siempre está a tu lado. Deposita todas tus cargas en Él, porque Él es todopoderoso y nunca te abandonará en los momentos de dificultad, sigue adelante con gozo y entusiasmo, pues Dios ha destinado grandes cosas para bendecir tu vida.
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