Te invitamos hacer esta oración para que sea Dios obrando en nuestras vidas y protegiéndonos de todo mal.
Bendita y gloriosa santísima Trinidad, Padre, hijo y Espíritu Santo. Creo en Tu gran poder Dios Padre, creo en Tú amor infinito Dios Hijo, confió en Tu poder y misericordia Dios Espíritu Santo. Padre celestial, te pido que a través de Tú Espíritu Santo me guarde de todo mal y por el amor a Tu hijo amado Jesús, siembra y cosecha Tu amor en mi corazón.
Santísima Trinidad, cúbreme con Tu Santo manto y despoja todo rastro de enfermedad; Fortifica mi salud, y dale la vitalidad que mi cuerpo y mi alma necesitan de Ti Padre, hijo y Espíritu Santo. Padre Santo gracias porque por amor a nosotros entregaste a Tú hijo amado Jesús, para purificar nuestros pecados. Gracias Jesús por abrir las puertas al altar de nuestro amado padre celestial, gracias Espíritu Santo, por fundir la palabra de Dios padre en nuestros corazones.
SANTÍSIMA TRINIDAD AMPARAME
Gloria Ti, Santísima trinidad, porque a través de Ti mi familia goza de Tú paz y serenidad. Te pido, que me ayudes a salir adelante, en Tus manos confió mi bienestar y la de mis seres queridos; permítenos vivir confiando en Tú eterna gloria, y agradecerte por ser Él motor que me impulsa a seguir luchando día tras día. Dios hijo, gracias porque cada mañana eres mi fuente de vida, mi ejemplo a seguir y Él ser que más amo.
Gracias Espíritu Santo, porque nunca te apartas de mí, siempre alimentas mi fe, y me sirves de apoyo y guía cuando me aparto del camino de Dios Padre. Que Tú grandeza y misericordia siempre tengan consuelo de tus ovejas, Tú Santísima Trinidad eres nuestro buen pastor y conducirás a tus hijos por el camino de la prosperidad y felicidad. Te lo pedimos en el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si haces esta oración con Fe, puedes tener la certeza que Dios te escucha y que siempre está a tu lado. Deposita todas tus cargas en Él, porque Él es todopoderoso y nunca te abandonará en los momentos de dificultad, sigue adelante con gozo y entusiasmo, pues Dios ha destinado grandes cosas para bendecir tu vida.
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