Te invitamos hacer esta oración en este día para que Dios te acompañe y proteja, hagamos esta oración para sentir la presencia de Dios mediante ella, porque sin Él nada somos.
Señor y Dios amado,
En este día te damos gracias porque nos das fuerza y poder para ir por tu camino. Te agradecemos porque estás ahí cuando nos sentimos decaídos, porque nos das fuerzas para soportar todo lo que tenemos en la tierra.
En este nuevo día alzo mis ojos Padre amado, para que me ayudes a ver lo bueno y ver tu luz de esperanza y lleno de amor.
Padre, hoy oramos para que traigas tu bendición a este mundo que has creado para nosotros, que el poder que proviene del mundo invisible se refleje al visible.
Continúa trabajando en cada uno de nuestros corazones, que ese poder se refleje en cada uno de nosotros y todos podamos ser salvos.
Querido Padre Celestial, gracias por siempre estar con tus hijos, por el amor infinito que tienes hacia nosotros, gracias por dar a nuestra vida alegría, porque me levantas cuando estoy decaído. Padre, hoy me pongo a tus pies, te entrego todo lo que soy.
Padre, hoy como todos los días hago esta oración porque contigo me siento seguro, es el lugar donde puedo refugiarme.
Gracias por perdonar mis pecados, por permitirme conocerte. Sin ti nada soy Señor, no hay lugar más grande que estar en tus pies, Señor.
Aquí me tienes Padre amado, postrado a tus pies, queremos estar en tu presencia, no apartarnos de Ti jamás.
Señor, Te anhelamos, Tú eres amado y deseado por nuestro corazón. Gracias por permitirnos ver tu luz en cada momento, por permitirnos obtener fuerzas y seguridad.
Padre, guárdanos y protégenos en este día, danos tu bendición y guíanos por el buen camino. Glorioso eres. En el nombre de Tu Hijo Jesús. Amén.
Haz esta súplica con agradecimiento, sueño y regocijo te acercará a Dios y te permitirá darle gracias por su desprendimiento, por todos los dones y regalos que Él te da a diario y pedirle que siga guiando tus pasos por sendas de éxito y dicha.