Hoy inicia el mes de OCTUBRE 2020, te invitamos hacer esta oración para la bendición de Dios no falte en tu vida, ni en las des tus seres queridos. Pídele que este mes de OCTUBRE 2020 sea un mes de triunfo, que te llene de su amor, y que no te falte trabajo ni salud
Amado Dios, me presento ante Ti en este nuevo mes, con la absoluta seguridad de que tu bendición es lo único que necesito para que este mes sea el mejor de todos. Un corazón lleno de amor quiero darte gracias por el maravilloso regalo de la vida. Gracias Señor, porque es gracias a Tu gracia que este mes estará lleno de muchas posibilidades para poder trabajar con amor y esperanza por cada uno de nuestros sueños.
Padre celestial, qué hermoso es poder sentir tu presencia. Tú llenas mi vida de hermosas bendiciones y siempre me das todo e incluso más de lo que necesito. Te doy gracias por colmarme de confianza, por liberarme de todos los pensamientos negativos que disparan mi ansiedad, hazme libre para Ti Señor, porque la gracia es de Dios.
Bendito Dios yo sé que Tú lo puedes todo y confió que en este mes vas a pronunciar esa palabra que sana, que libera, que transforma y hace que todo sea nuevo. Señor gracias por hacerme consciente de que debo ser auténtico, por invitarme a no usar máscaras, ni a vivir de apariencias. Que brillo por luz propia y que Tu eres mi fuente de energía que nunca se agota.
Te agradezco Señor porque me sobran razones para dar gracias, porque me has manifestado un amor indescriptible y a prueba de todo. Padre santo, envuélveme en tu manto en este nuevo día. Muéstrame el camino que debo seguir. Tú eres mi luz, ilumíname para que mis ojos pueden siempre verte en el hermano, en el amigo, en el que comparte la vida conmigo.
Quiero pedirte Señor en este mes, amor, paz, tranquilidad, salud, fuerza y ánimo. Pues si Tu estás conmigo, mi día será de triunfo, regocijo y nada habrá de faltarme. Te pido que nunca nos desampares, porque hoy como siempre te necesitamos. cuídanos, guíanos y bendícenos siempre Señor, Amén.
Haz esta súplica con agradecimiento, sueño y regocijo te acercará a Dios y te permitirá darle gracias por su desprendimiento, por todos los dones y regalos que Él te da a diario y pedirle que siga guiando tus pasos por sendas de éxito y dicha.
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